dilluns, 27 d’abril del 2009

'La sombra del poder': como la factura de la luz


¿y tú qué opinas? ¿qué películas te han gustado últimamente?


LA PELÍCULA EN LA MEJOR WEB DE CINE:
LA BUTACA

por JOAN PAU INAREJOS

Nota: 6

Lo peor. Todo muy bien, salvo que en el minuto uno ya sabemos lo que ocurrirá. Si algo se le puede achacar a este correctísimo thriller político es que resulta sonrojantemente previsible: presuntos buenos que son sospechosos, amistades que llevarán al conflicto de intereses, la becaria del periódico que se revelará más lista de lo que parecía... ingredientes perfectos, por tanto, para un final deshilachado y sin emoción.

Lo mejor. Suerte que la función viene apuntalada por dos animales interpretativos como son Russell Crowe y Helen Mirren. El ex Gladiator se repite más que el ajo en su papel de antihéroe bribón, de acuerdo, y si bien en esta ocasión no deslumbra especialmente, su presencia siempre es sinónimo de gozada. Viva el gordo una vez más. En cuanto a la Ex Reina, borda aquí el papel de jefa implacable y avinagrada, aunque le dejan poco metraje: nos quedamos con ganas de más.

Lo pésimo. ¿Y Ben Affleck? (:-S) Pues probablemente se quedó colgado en las alturas de Pearl Harbor y aún no ha vuelto. Así que mejor que no le llamen más por los pagos del drama político. Que vuelva a pilotar y se lleve consigo a la becaria Rachel McAdams, que aquí no cunde ni para traer los cafés.

Como la factura de la luz, no por previsible y bien hecha deja 'La sombra del poder' de causar una ligera sensación de estafa.

dilluns, 20 d’abril del 2009

'Déjame entrar': amor amoral


¿y tú qué opinas? ¿qué películas te han gustado últimamente?


LA PELÍCULA EN LA MEJOR WEB DE CINE:
LA BUTACA

por JOAN PAU INAREJOS

Nota: 8

En estos tiempos ya no se puede entrar virgen al cine. Y en el caso presente, cuando lees que esta película sueca sobre vampirismo es un "clásico contemporáneo", una "renovación del género de terror", etc, no puedes más que entrar dispuesto a que te maravillen. Lo cierto es que Déjame entrar cautiva por su valiente amalgama de terror y drama, por su inquietante puesta en escena, silente y surrealista, pero aparentemente -modesta opinión de espectador- no revoluciona nada.

Lo mejor. Así que disfrutémosla sin complejos ni varas de medir, como una interesantísima película atmosférica, filmada con una fría elegancia, (casi) sin concesiones sentimentales y con una genial ambigüedad que oscila entre la violencia amoral de La naranja mecánica y la ternura entre extraños de E.T.

Amoral: y es que Déjame entrar imprime en la retina imágenes de un gore deslumbrante, como las víctimas desolladas en la nieve o la pura crueldad infantil del bastonazo en el oído.

Y tierna: así lo demuestra la E.T. de la cinta: la vampira púber interpretada por Lina Leandersson que felizmente no es nada prototípica: ni es pelirroja, ni es fatal, ni es atractiva, ni es malvada. Es una simple adolescente de ojos tristes que consigue conmover en su soledad hambrienta e inconsolable, y que trepa como una alimaña para tenderse en el suelo y jugar con sus fichas. Condenada a su condición vampírica, acaba conviertiendo el presunto film de terror en una narración existencialista.

Y en la compacta síntesis de ambas facetas, la cruel y la oscuramente entrañable, nos regalan una antológica escena final en la piscina, una perla de amor amoral que el buenismo de Hollywood jamás hubiera tolerado.

Quizá no emociona lo suficiente, ni renueva el género, pero Déjame entrar propina sin duda un enorme puñetazo en el ojo y lo que es más importante: en su frío realismo vampírico se atreve a cuestionar nuestra plácida moralidad de colores simples.


dimarts, 14 d’abril del 2009

divendres, 10 d’abril del 2009

'La casa de mi padre': muchas teclas, poca sinfonía


¿y tú qué opinas? ¿qué películas te han gustado últimamente?


LA PELÍCULA EN LA MEJOR WEB DE CINE:
LA BUTACA

por JOAN PAU INAREJOS

Nota: 5

Nada nuevo. Muy poco aporta esta película a lo ya filmado y debatido sobre el conflicto vasco. Aunque toca muchas teclas, ninguna acaba de resonar con suficiente fuerza y reverberación.

Lo mejor. Cierto que el film de Gorka Merchán se conduce dignamente, sin demasiadas trampas, por las complejidades ideológicas y familiares de Euskadi. Aquí hay que celebrar el hallazgo del personaje de Sara, la joven soberbiamente interpretada por Verónica Echegui que se debate entre sus raíces vascas y su extraterrestre acento argentino. Qué no decir de Carmelo Gómez, que borda su personaje de amenazado con una madurez y austeridad absolutamente creíbles.

Lo peor. Sin embargo, 'La casa de mi padre' se limita en su mayor parte a visitar, sin demasiada frescura y menos profundidad, lugares trillados del subgénero: el silencio impuesto, el tiro en la nuca, el embeleso de la pelota vasca y los paisajes verdes, los abertzales reivindicando sus heridas...

Donde nos prometían una compleja historia era en la relación amor-odio del tío amenazado (Carmelo Gómez) y el sobrino abertzale (Juan José Ballesta, impávido adolescente), pero su jugosa dialéctica acaba de modo desabrido y precipitado.

Esta vez la partitura ha sido muy plana. Esperemos a nuevos compositores.



dice SLAVOJ ZIZEK


TOTALITARISMO Y MAL

Todos los totalitarismos intentan convertir los Tres en Dos; cerrar la complejidad de la tríada en una falsa lucha binaria.

Le Pen es el malo perfecto: al lincharlo, socialistas y conservadores presentan su expulsión como alivio colectivo, mientras secretamente asumen su legado.

La rosa no tiene un porqué, como tampoco lo tiene Auschwitz: ese es el juicio infinito del siglo XX

REVOLUCIÓN Y UTOPÍA

"Las dictaduras comunistas fueron un fracaso, pero abrieron el espacio para la esperanza utópica"

Lo revolucionario no es subvertir el sistema, sino dejar que se detenga la rueda del crecimiento económico

La "guerra contra el terrorismo" tiene un daño colateral que quizá es su objetivo principal: poner bajo sospecha los anti-globalización

El verdadero amor no tiene miedo a acercarse demasiado: hay que reconocer la rosa de lo sublime en la cruz de la vulgaridad cotidiana

VIDA MODERNA

"Los derechos humanos son, simplemente derechos a desobedecer los Diez Mandamientos"

Defendemos la radicalidad democrática para los estilos de vida, mientras subcontratamos las grandes decisiones sobre el sistema a expertos y organismos supuestamente independientes

La estética de una manifestación espontánea en la calle es como el 'Negro sobre Blanco' de Malevich

EUROPA Y EEUU

"La guerra de Irak fue la primera guerra entre Europa y Estados Unidos"

"McMundo puede asimilar las tradiciones premodernas; el cuerpo extraño que no puede asimilar es la modernidad europea"

ISLAM Y JUDAÍSMO

En vez de intentar distinguir entre el "buen Islam" y el "mal" terrorismo islamista, ¿por qué no intentamos ver ese Islam resistente como una fuerza de cambio frente al orden global?

No cabe defender el "buen" judaísmo dialogante frente al vengativo Jehová: hay una identidad contradictoria entre ambos.

Israelíes y palestinos deberían renunciar al control de Jerusalén: sólo así ganarían la ciudad como lugar sagrado genuinamente extra-político.

SLAVOJ ZIZEK, 'IRAK. LA TETERA PRESTADA' (2004)


Los anti-Mandamientos


SLAVOJ ZIZEK

"Derecho a la privacidad=derecho al adulterio; Propiedad privada=derecho a robar; Libertad de expresión=derecho a mentir..."

Dentro de nuestra sociedad liberal-permisiva post-política, los derechos humanos son, en esencia, simplemente derechos a desobedecer los Diez Mandamientos. "El derecho a la privacidad" = el derecho al adulterio, cometido en secreto, cuando nadie me ve o no tiene derecho a investigar mi vida privada. "El derecho a buscar la felicidad y poseer propiedad privada" = el derecho a robar (a explotar a los demás). "La libertad de prensa y la libertad de expresión de la opinión" = el derecho a mentir. "El derecho de los ciudadanos libres a poseer armas" = el derecho a matar. Y, en última instancia, "la libertad de confesión" = el derecho a adorar a falsos dioses. Por supuesto que los derechos humanos no consienten directamente la infracción de los Mandamientos: se trata simplemente de que mantengan abierta un "área gris" laica que permanezca fuera del alcance del poder (religioso o laico): en esta zona sombría puedo desobedecer los Mandamientos, y si un poder lo investiga y me encuentra con los pantalones bajados, puedo decir "¡Esto es un asalto a mis derechos humanos básicos!"

SLAVOJ ZIZEK, 'IRAK. LA TETERA PRESTADA' (2004) / Imagen: Moisés rompiendo las Tablas de la Ley, obra de Rembrandt (siglo XVII)


¿Malevich en la calle?










SLAVOJ ZIZEK

"Los flash mobs son el acto de marcar una diferencia mínima, como el 'Negro sobre blanco'"

Una de las estrategias de la utopía hoy día reside en la estética. Se dice a menudo que en su apasionada defensa de la dimensión estética como inherente a lo político, Jacques Rancière echa de menos con nostalgia las rebeliones populistas del siglo XIX cuyo tiempo ha terminado definitivamente. Pero, ¿es así? ¿Acaso no está la política de resistencia "postmoderna" impregnada de fenómenos estéticos, desde el piercing y el transformismo a los espectáculos públicos? No representa el curioso fenómeno de los flash mmobs [masas repentinas] la protesta estético-política en su forma más pura, reducida a su marco mínimo? En los flash mobs, la gente se presenta en un lugar asignado a una hora determinada, realizan unos actos breves (y a menudo triviales o ridículos), y después se dispersan otra vez; no parece raro que se los describa como poesía urbana sin ningún propósito real. ¿Acasono son estos flash mobs una especie de "Malevich de la política", el equivalente político del famoso "cuadrado negro sobre fondo blanco", el acto de marcar una diferencia mínima?

SLAVOJ ZIZEK, 'IRAK. LA TETERA PRESTADA' (2004) / Fotos: a la izquierda, 'Negro sobre blanco' de Kasimir Malevich; a la derecha, manifestantes durante el G-20 de Londres (abril 2009).


"Son la misma mierda"


Zizek se fija en latiguillo habitual de toda persona movilizada en una ideología: casi siempre tiende a agrupar a sus enemigos como lo que coloquialmente diríamos "la misma mierda". Los liberales ven a los nazis y a los comunistas como dos caras de la misma moneda -totalitaria-; los antisistema no ven diferencia entre la izquierda y la derecha. Según el pensador esloveno, todo ello demuestra un extraño enigma geométrico: bajo la sociedad siempre subyace una lógica triangular, irreductible, que toda ideología intenta cerrar en una falsa lucha binaria.

SLAVOJ ZIZEK

"Todos los totalitarismos intentan convertir los Tres en Dos"

La prueba de que la lucha de clases no es un "opuesto binario" óntico sino un hueco trascendental puramente formal es que, puesto en términos positivos, siempre implica tres elementos, no dos (...). El rasgo característico de los "totalitarismos" es que intentan convertir los Tres en los Dos: los fascistas y los nazis hablan de una "conspiración bolchevique-plutócrata", uniendo al gran capital y a los comunistas, estos dos enemigos, en Un Enemigo (encarnado en el judío, por supuesto); los liberales perciben el comunismo y el fascismo como dos modos de "totalitarismo"; los mismos estalinistas en última instancia identifican las desviaciones derechistas e izquierdistas.

La manera en que se usa el término "modernización" en la reciente ofensiva ideológica ilustra esta "complicación" estructuralmente necesaria: primero, se construye una oposición abstracta entre "modernizadores" (aquellos que defienden el capitalismo global en todos sus aspectos, del económico al cultural) y los "tradicionalistas" (aquellos que se resisten a la globalización). Dentro de esta categoría de los que se resisten se arroja todo, desde conservadores tradicionales y la derecha populista a la "vieja izquierda" (aquellos que continúan defiendiendo el Estado del bienestar, los sindicatos...). Esta categorización obviamente cambia un aspecto de realidad social: recordemos la coalición de Iglesia y sindicatos que, a principios de 2003 en Alemania, evitó la legalización de abrir las tiendas en domingo.

SLAVOJ ZIZEK, 'IRAK. LA TETERA PRESTADA' (2004)