dimecres, 4 de febrer del 2009

Esta costurera quizá no está novelescamente absorta en amores y romanzas. Quizá está simplemente, maravillosamente, esmerada en lo concreto de su tarea. Y eso, con el pincel íntimo de Vermeer, pacifica tanto el alma como ver a alguien dormir.

ROMÁNICO, EL GRECO, VELÁZQUEZ, KLIMT...

MIS 62 PINTURAS.




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