dimarts, 17 d’abril del 2007

Tristezas de azúcar

Algo chapoteaba en las charcas de afuera, y pensé que eras tú, que hoy era ayer y que toda la música del mediodía blanco volvía a hacer vericuetos por el césped. Pensé que las abejas habían vuelto, que las moras renacían en las zarzas antiguas.
Pero no era más que un ángel viejo y alicaído, estrellado en una tarde de tormenta. Mientras gime su ancianidad y se ahoga con las plumas rotas no puedo más que odiar la lluvia, el viento, el aire gris y la tormenta que ha hecho trizas todas las esperanzas.
Decidle que aquí estoy sin palabras verdaderas.
Amor, languideces en mis brazos y te apagas, no huyas por el aire nocturno. Me quedo a solas y pienso dónde andará tu tristeza de azúcar vagando por las paredes indiferentes.
Te dibujo día y noche, me despisto y ya estoy caracoleando tus ojos de coral: amor, me paso el día inventándote de nuevo.

JOAN PAU INAREJOS, ABRIL 2004

La presó
Pujo a les escales mecàniques de la parada Universitat i faig el recorregut de cada dia. Penso que la ciutat cada cop és més útil i econòmica. Però ens priva de moltes coses: el passeig, la tombarella, la pèrdua, l'atzar, la gratuïtat, l'oració silenciosa entre els arbres. La ciutat és una presó: mai podríem fugir-ne a peu.

JOAN PAU INAREJOS, 2003 (aprox)

1 comentari:

  1. si...

    jo reconec que la segona part és possiblement la lírica que més m'ha impressionat de tota la obra inarejiana... Té una fermesa diferent.

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