dilluns, 4 de juny del 2007

Chateando

ZYGMUNT BAUMAN

“Por medio del chat, la introspección es reemplazada por una interacción frenética” donde “el que deja de hablar queda fuera”

El ideal de “conexión” se debate por aprehender la difícil y desconcertante dialéctica entre dos impulsos irreconciliables. Promete una navegación segura (al menos no fatal) entre los arrecifes de la soeldad y del compromiso, entre el flagelo de la exclusión y la férrea garra de los lazos asfixiantes, entre el irreparable aislamiento y la atadura irrevocable.

‘Chateamos’ y tenemos “compinches” con quienes ‘chatear’. Los compinches, como bien lo sabe cualquier adicto, van y vienen, aparecen y desaparecen, pero siempre hay alguno en línea para ahogar el silencio con “mensajes”. En la relación de “compinches”, el ir y venir de los mensajes, la ‘circulación’ de mansajes, ‘es el mensaje’, sin que importe el contenido. Tenemos pertenencia… al constante flujo de palabras y oraciones inconclusas (abreviadas, por cierto, truncadas para acelerar la circulación). Pertenecemos al habla, no a aquello ‘de lo cual’ se habla (…).

Tal como lo expresó admirablemente Chris Moss (…), por medio de “el chat por Internet, los teléfonos móviles, los mensajes de texto”, “la introspección es reemplazada por una interacción frenética y frívola que expone nuestros secretos más profundos al lado de nuestra lista de compras (…). La unión sólo se mantiene gracias a nuestra charla, nuestro llamado telefónico, nuestros mensajes de texto. El que deja de hablar queda fuera. El silencio es igual a la exclusión. ‘Il n’y a pas dehors du texte’, por cierto –no hay nada fuera del texto-, aunque no en el sentido en el que lo dijo Derrida…

ZYGMUNT BAUMAN, ‘AMOR LÍQUIDO. ACERCA DE LA FRAGILIDAD DE LOS VÍNCULOS HUMANOS (2003)






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