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dilluns, 2 de novembre del 2015

Divina ficción


Escena de la Creación, de Michelangelo (1508-1512)
Un cristiano, un sabio portugués, disertando sobre la narrativa y la necesidad de la ficción. Enamorados de la palabra, creyentes o no, leedlo.

Gabriel Magalhâes
‘Los caminos de la literatura hacia Dios. Sobre el valor de la ficción narrativa y del artificio retórico para la fe cristiana’. Lección inaugural del curso 2015-2016 del Iscreb, Institut Superior de Ciències Religioses de Barcelona. 28/10/2015

mentiras para decir la verdad
las ficciones tienen también una cuarta y curiosa finalidad: sirven para decir la verdad en un mundo que nos impone sus mentiras. Cada época existe bajo el peso, bajo las sombras de las falsedades que toca respetar en ese tiempo (…). Lo mismo pasa con el Quijote: en una sociedad de heroísmos oficiales, la novela de Cervantes nos permite reírnos un poco de esa heroicidad (…). La ficción es la verdad que se puede decir, declarándola de entrada como mentira, de manera que sea tolerable para los poderes fácticos de las grandes burlas sociales. Podríamos decir que los novelistas son un poco como los juglares, a los que se permiten cosas intolerables cuando son perpetradas por otras personas. En la ficción se incuba, en un sistema social, el proceso de llegada a la conciencia de la verdad.

“mentiras viajando rumbo a la verdad”
Nos falta, todavía, una función más (…); las historias (…) son algo más que mentiras viajando rumbo a la verdad; porque, en efecto, los textos narrativos también constituyen una de las mejores maneras de introducir el debate.

“oficiosa falsedad” vs “verdad oficial”
El modo como el autor de las ‘Novelas ejemplares’ [Cervantes] se permite dudar de la realidad del sueño heroico constituye algo que sólo se puede hacer porque se realiza en las páginas de una obra de ficción. De nuevo comprobamos que lo narrativo, con su oficiosa falsedad, nos permite cuestionar las verdades oficiales. Y de este modo llegar a una visión más verídica de las cosas.

la narrativa nos despierta de la hipnosis
leer o escuchar un relato siempre implica pensar, también, un poco, en nuestro propio recorrido. De esta forma, a través de una narrativa, despertamos de la hipnosis, del sonambulismo de los quehaceres cotidianos. Y así tenemos de nuevo, delante de nosotros, el horizonte de ser personas. Este estado de enajenación se describe muy bien, en los Evangelios, en la historia del hijo perdido (…) su vida se transforma en un delirio de instantes, en un centelleo de placeres, en una borachera de goces caóticos. Nos dice Lucas que “desperdició sus bienes viviendo perdidamente”. El adverbio “perdidamente” es aquí esencial: este muchacho ya no sabe hacia dónde va.

la ficción como ensayo de la vida
Las parábolas pretenden, precisamente, que nos acordemos de que somos humanos (…) también para entrever, para columbrar el sentido del mundo (…). Los niños, por ejemplo, aprenden la textura de la realidad ensayando el teatro de la vida con los cuentos que se cuentan a sí mismos.

en defensa de la retórica
Un lenguaje sin retórica funciona sencillamente como un conjunto de etiquetas, de códigos de barras del mundo. Por consiguiente, el artificio verbal no es una cosa mala, una moneda falsa de los idiomas, sino todo lo contrario: una manera de que el lenguaje se pueda zambullir en el misterio del mundo. Estamos, pues, equivocados cuando censuramos la palabra en estado de figura: negar esta posibilidad de los vocablos equivale a cortarles a las palabras sus posibles vuelos (…). Le faltaría a cada vocablo el cielo que nace de su uso creativo, lírico (…). Por consiguiente, la retórica no es un lujo, del cual debamos prescindir, sino todo lo contrario: la llave que abre las habitaciones más misteriosas de la casa de nuestro espíritu (…). No se nos ocurriría quitarle brillo a las estrellas, considerándolo un lujo: no cercenemos, pues, el centelleo de las voces. Hagamos lo contrario: aprovechemos ese relumbrón para aclarar nuestra vida, nuestra alma.

la delicadeza de las parábolas
(…) ocurre con la espantosa parábola de los ladrones homicidas: de nuevo en clave de fantasía, Jesús escanea la mente de sus enemigos, diciendo, fantásticamente, lo que en ella existe realmente. No es que Jesús actuara así por miedo: sencillamente a veces hay cosas tan insoportables que sólo de esa manera ficcional se pueden decir (…). Servirse de lo posible en vez de machacar con lo rea, revela una vez más la infinita delicadeza del Salvador.

el génesis y dulcinea
los cristianos a veces nos empeñamos en afirmar que todo es, literalmente, cierto. Cuando, al contrario, debemos considerar que, si el Salvador se sirvió de la ficción en su trabajo de evangelización, resulta natural que en el corpus veterotestamentario nos encontremos con secciones que sean también de tipo ficcional (…). Inútil, pues, discutir si Dios efectivamente creó el mundo en siete días. es tan baladí como discutir si Dulcinea era o no natural del Toboso.. El Génesis, en mi modesta opinión, funciona como una ficción inspirada, en la cual, a través del velo de la imaginación, nos surge el resplandor de la verdad.

la ficción es “otra mejilla” del rostro de la verdad
Dejo a los especialistas la determinación de qué apartados bíblicos deben ser leídos en clave ficcional. Vuelvo a recordarles que es sencillamente otra mejilla del rostro de la verdad (…). No debemos tenerle miedo a la ficción como parte de la verdad, porque el mismo Jesús (…) tampoco lo tuvo.

Jesús el Narrador
(…) La Encarnación (…) no puede ser vista nada más como un fenómeno físico (…). Jesús encarna también en el útero más vasto de todo lo humano (…). Encarna, pues, también en el lenguaje, y en sus diversos usos, entre ellos uno capital: el de contar historias (…). Su bajada del cielo no se reduce a un hecho orgánico, biológico, también conlleva la adopción de una serie de comportamientos antropológicos típicamente humanos.

la concisión de Dios
(…) no obstante, debo afirmar que, en las parábolas de Jesús, existe un sello divino, que las demás historias creadas por los hombres no tienen, y que consiste en lo siguiente: sus parábolas no tienen el más mínimo miligramo de intencionalidad literaria, centrándose sólo en el viaje a la verdad que representan. Son, pues, piezas de una pureza, de una sobriedad casi absolutas (…) el arte de Dios es así: absolutamente sin arte (…). El arte de los seres humanos, por muy bueno que sea, siempre resulta excesivamente artístico: en él se reflejan miedos que ya no debíamos tener y ambiciones que debiéramos haber desechado. La literatura se escribe aún de este lado de la vida, con todo lo que tiene de sombra de una luz que todavía no conocemos plenamente (…). A los cuadros de un amanecer siempre les falta ese exceso de estilo que flota en los ambiciosos pinceles humanos. Por ello, una madrugada siempre es tan sin pretensiones, y tan hermosa (…) sus historias [del Salvador] parten hacia la verdad con una capacidad de propulsión, una naturalidad de estrellas fugaces, que no poseen los pretensiosos cohetes de nuestras novelas.

el clasicismo, un cristianismo imperfecto
(…) El lenguaje de Cristo recuerda la simplicidad de un amanecer (…), esa limpidez que el llamado arte clásico ha buscado incesantemente, sin lograr jamás la pureza del pincel, de pluma divina. Porque el clasicismo suele derivar hacia un formalismo que está a una gran distancia de las palabras de nuestro Salvador.

la paradoja, expresión literaria del amor
Són abundantes [en Jesús] planteamientos paradójicos (…). Casi me atrevería a decir que la paradoja es lo que resulta del pensamiento tocado, alumbrado por el resplandor de amar. El lenguaje deja de ser una regla de medir el mundo, transformándose en la fusión apasionada de cosas que, en un principio, eran irreconciliables (…). La escritora de Ávila nos demuestra que la paradoja no es un capricho retórico de la santidad, sino, al contrario, la única manera de decir lo indecible (…): “Siempre querría el alma –como he dicho– estar muriendo de este mal”.

la metáfora, un tropo maleducado
sabiendo nosotros que una metáfora es una comparación que se comporta mal, porque se le olvida ese gesto de buena educación que es la partícula ‘como’.

“expoliados del dulce misterio de sí mismos”
Si el lenguaje, con todo su vuelo retórico, no existiera (…) correríamos el riesgo de creernas “huecas en lo interior” [Santa Teresa de Ávila]. Hoy en día, ¿cuántas personas hay (…) que están siendo ahuecados por la sociedad de la imagen, expoliados del dulce misterio de sí mismos? Muchos, como sabemos: las antiguas represiones se ejercen ahora de nuevos modos, pero con una misma intensidad antigua.

el divorcio literatura-espíritu
Se trata de organizar un gran festín que nos consuela del descubrimiento de que no hemos sido invitados al banquete de eternidad. Algo así como la parábola de la fiesta de bodas del Evangelio, pero sin boda: una fiesta que sea sólo eso, fiesta, tristeza disfrazada de alegría hipnótica (…). Ya no nos interesa hacia dónde viaja el tren de las palabras, sino sencillamente cuántas personas se han montado en los coches. El resultado es este gran alud de vacíos que nos contempla desde los escaparates de las librerías. Viajes sin viaje, podríamos decir. Palabras sin Palabra. En el fondo, alucinaciones, sin visión, sin contemplación. El propio autor se ha transformado en una imagen entre imágenes: un espejismo más.

pessoa y el poeta fingidor
De Pessoa me permitiría citar un texto (…) que plantea todo esto con meridiana claridad (…):

Autopsicografía
El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que llega a fingir que es dolor
el dolor que de veras siente.

Y los que leen lo que escribe,
en el dolor leído sienten bien,
no los dos que él tuvo
mas sólo el que ellos no tienen.

(…) o sea, que a través del poema quien lee descubre en sí mismo, como personal, un sentimiento que antes no había tenido. Que, en el fondo, no es suyo (…). Se ha llegado aquí a través de dos fases: en la primera de ellas, la ausencia de lo divino era otra manera de recordar a esa divinidad. Lo dijo Pessoa de un modo expresivo: “no haber dios es un Dios también”.

el cristianismo y la “sublime moción de censura a la realidad”
Lo que pasaba en Roma, en el circo romano, hoy pasa en Siria, en Pakistán, en Nigeria (…). No es una visión pesimista, al contrario (…). Cuando uno escribe que perpetuamente ha habido y habrá mártires, que la creencia que profesamos funcionará en todas las épocas como una crítica y una crisis, parece que le ha tocado ser el aguafiestas de la fe. Porque, exactamente como Pedro y los apóstoles, lo que en el fondo nos gustaría tiene mucho que ver con una nueva sociedad aquí y ahora, donde triunfe el bien y la justicia. Esa restauración de Israel (…). De hecho, el bien y la justicia tienen que ir triunfando pero, aquí y ahora, nunca triunfarán completamente. Esa es la imperfección vital del cristianismo y, al mismo tiempo, su infinita lucidez: una lucidez que se puede comprobar oteando los panoramas de la historia. Porque el reino de Dios se asemeja a una sublime moción de censura a la realidad que sólo triunfará del otro lado de esta vida: en la vida plena de la eternidad.


* El título de la entrada y los títulos que encabezan los fragmentos son del autor del blog


dimarts, 6 d’octubre del 2015

Roberto Bolaño


«la alta literatura, aquella que escriben los poetas verdaderos, la que osa adentrarse en la oscuridad con los ojos abiertos».

dissabte, 27 de juny del 2015

Pedefoscritos

Màrius Serra
La Vanguardia, 29/6/2015


Muchos premios literarios aún hablan de manuscritos y las agencias literarias dicen que reciben manuscritos (aunque sea en PDF). Aparte de los escritos con los pies, que también los hay, la mayoría de textos literarios se escriben con las manos, pero casi siempre aplicándolas a un teclado. Consciente de este lugar común, Manuel de Pedrolo ya quiso ir más allá en 1974 en el título de la que probablemente sea su obra más divulgada: Mecanoscrit del segon origen. (…) Después de manuscritos y mecanoscritos inéditos me pregunto cómo les llamaremos cuando se empiecen a localizar PDF inéditos. ¿Pedefoscritos?

dimarts, 10 de març del 2015

“Hi haurà lectors el dia que la gent llegeixi llibres i després els llenci”


Hi ha un excessiu respecte a l'objecte-llibre? Prioritzem tenir llibres a llegir-los? Ens convindria una sana mentalitat d'usar i llençar? Provocadores i interessants reflexions d’un llibreter.


Guillem Terribas
Entrevista d’Oriol Soler a Verbàlia.com Llegir sencera

[Els llibres de butxaca] Aquí no funcionen tan bé com a França, Alemanya o Anglaterra. Aquí llegir encara és un luxe, ens agraden els llibres de tapa dura, el llibre de butxaca no ens agrada. L’important no és com està fet! El dia que la gent llegeixi llibres de butxaca i després els llenci, aleshores hi haurà lectors, mentre tu compris un llibre i te’l guardis a casa com si fos un tresor, no hi haurà lectors. Un llibre el llegeixes i el deixes, ja està, igual sí que vols conservar-ne alguns, però no tots. De vegades jo agafo llibres de la llibreria, els llegeixo i els torno a deixar a l’estanteria. Si m’interessa molt el compro, però si no res.

Però a casa tens una biblioteca suposo.

Sí, però és més de llibres signats que de llibres en si. Però el dia que no sigui considerat un tresor hi haurà lectors. Els llibres de butxaca seran els que marcaran la diferència en aquest aspecte. I són més barats, no cal esperar a rebaixes. La gent diu que la lectura és cara, però és car allò que no ens agrada. Per mi l’entrada del futbol és cara, però un llibre no. Per mi anar a veure Bruce Springsteen, que val 90 euros, no és car, gens. Si una cosa t’agrada no és cara. El cinema val 7 o 8 euros, igual que un gintònic. Doncs aquí està el tema de que les coses que t’agraden et semblen barates, i les que t’agraden menys són més cares. 


dimarts, 30 de desembre del 2014

Lo mejor leído en 2014

por JOAN PAU INAREJOS
Según Octavio Paz, escribir y leer es un doble acto de destrucción. La escritura deroga las realidades para que vivan los signos; el lector disipa las letras para que viva el sentido en el interior de su mente. Descrita así, la experiencia literaria parece un embarullado juego del teléfono, donde las cosas se van remedando y traicionando a sí mismas sin cesar. Sin embargo, no pocos libros nos emocionan, nos seducen, y hasta los creemos más nuestros que de sus propios autores. Un año más, procedo a enumerar los amasijos de signos que he abolido con más placer.

1 Cançons d'amor i de pluja
Sergi Pàmies
La pluma de Pàmies nos regala estos veintiséis cuentos brillantes, repletos de ingenio, ironía y economía verbal. Salpicados de autobiografía y a mucha honra ("perquè ningú no digui que els escriptors sempre parlem de nosaltres, de vegades acabem escrivint coses ben estranyes"), con brillantes juegos metalingüísticos que invierten y subvierten los papeles del autor, el personaje y el lector ('Agraïments', 'La clau del son', 'La llibreta'). A destacar los peculiares cameos de Joan Manuel Serrat o Paul Auster, y una verdad rotunda que se hace más grande al leerle: "No és just que pugui donar el meu cos a la ciència i no a les lletres". Gràcies Baster and Commander per recomanar-me'l "vivament i entusiasta". LEER FRAGMENTOS

2 La llama doble
Octavio Paz
El amor es el gran olvidado en la historia de las revoluciones, según el autor mexicano, que dedica un ambicioso ensayo (gracias, Agus Morales) a la "apuesta insensata por la libertad ajena", por citar su magnífica definición. La aparición del eros en la civilización es inseparable de la libertad femenina, como muestran los brotes románticos de las épocas cortesana o alejandrina. Un extraño estado del alma, peligrosamente antipolítico ("una república de enamorados sería ingobernable"), que permite conocer pero también reconocer ("la persona amada es, a un tiempo, tierra incógnita y casa natal") y que, a diferencia de la religión, no puede ofrecer la inmortalidad pero sí la vivacidad: el eterno aquí y ahora. LEER FRAGMENTOS

3 Olivetti, Moulinex, Chaffoteaux et Maury
Quim Monzó
Frío y agudo, gran arquitecto de situaciones, Monzó es de los autores que hablan más al cerebro que al corazón. Entre sus ocurrencias astutamente construidas se encuentra ese escritor que intenta entregarse al acto creativo y toda la tecnología conspira contra él, incluida la máquina de escribir Olivetti. O ese otro que, muy al contrario, parece condenado a escribir febrilmente, para desespero de su hastiada compañera de vida: "No escriguis mira'm i mira'm. No: no escriguis no escriguis "mira'm" i mira'm i mira'm”; hasta que, rendida: “Ara callaré perquè no escriguis res més i m'hagis de mirar o, si no, avorrir-te”. LEER FRAGMENTOS

4 El miedo a la libertad
Erich Fromm
El psicoanalista alemán imprime un concepto certero y clarividente, el miedo al "don incómodo" de la libertad, un miedo causante de grandes desastres históricos y anímicos. En su luminosa biopsia de la psique humana, Fromm distingue el amor propio del egoísmo (una forma de codicia y una sobrecompensación precisamente por la falta de amor que se tienen los egoístas). Separa también el poder de la potencia: "en la medida en que un individuo es potente, no necesita dominar y se halla exento del apetito de poder”. Define el carácter autoritario como un culto al pasado de consecuencias fatales (el fascismo ignora el milagro de la creación) y concluye, lúcidamente, que sin debilidad no hay cultura. Gràcies Glòria Vendrell per prestar-me'l. LEER FRAGMENTOS

5 Cinco horas con Mario
Miguel Delibes
La ventaja de no haber leído estos clásicos por prescripción escolar es que puedes disfrutarlos libremente en cualquier momento de la vida (por ejemplo cuando tu hermano se va a Inglaterra y deja un montón de libros viejos vacantes). El soliloquio de la viuda Carmen es un pedazo de realidad hecha literatura, puro espejo de la clase media conservadora del franquismo ("todo está patas arriba, Mario, cualquier día de estos nos salen con que los malos somos nosotros..."). Sin restar méritos a su extenso y a veces abrumador monólogo central, me quedo con la humilde introducción, magistral descripción de un funeral donde "se sienten los chasquidos de los besos, pero no su calor" y donde la orgullosa mujer llega a creer que exhibe a su muerto, manufacturado por ella misma. LEER FRAGMENTOS


dimecres, 17 de desembre del 2014

La metáfora, olvido de Dios


José Ortega y Gasset
La deshumanización del arte y otros ensayos

la metáfora y el cirujano
La metáfora es probablemente la potencia más fértil que el hombre posee. Su eficiencia llega a tocar los confines de la taumaturgia y parece un trebejo (trasto o utensilio) de creación que Dios se dejó olvidado dentro de una de sus criaturas al tiempo de formarla, como el cirujano distraído se deja un instrumento en el vientre del operado.  (La deshumanización del arte, 1925)

la vagina del mundo

En el seno de esta Academia vino a renacer el platonismo, del cual emanaron la nueva física y la nueva moral. Si a esto se agrega que de Miguel Ángel procede el nuevo arte, nos espantará la energía incalculable de aquel paisaje tan reducido en que prendió el germen integral de la vida moderna. Usando de una metáfora atrevida, al buscar Herder sobre el haz de la tierra el lugar donde surgieron los primeros hombres, se preguntaba: ¿Dónde está la vagina del mundo? Florencia es algo así, lugar de alumbramiento, fontana de ideas originales e infinitamente expansivas. (La estética de ‘El enano Gregorio el botero’, 1911)

dilluns, 24 de novembre del 2014

Meditaciones del Quijote *


José Ortega y Gasset
Meditaciones del Quijote (1914)
el amor lúcido
Yo desconfío del amor de un hombre a su amigo o a su bandera cuando no le veo esforzarse en comprender al enemigo o a la bandera hostil.

lamento
¡Sabemos tantas cosas que no comprendemos!

todo hegel en un titular
Sería la ambición postrera de la filosofía llegar a una sola proposición en que se dijera toda la verdad. Así las mil y doscientas páginas de la ‘Lógica’ de Hegel son sólo preparación para poder pronunciar, con toda plenitud de su significado, esta frase: “La idea es lo absoluto”.

un martillo es una abstracción
La cultura adquirida sólo tiene valor como instrumento y arma de nuevas conquistas. Por esto, en comparación con lo inmediato, con nuestra vida espontánea, todo lo que hemos aprendido parece abstracto, genérico, esquemático. No sólo lo parece: lo es. El martillo es la abstracción de cada uno de sus martillazos.

prefiramos la indócil diversidad
Presumir que la especie humana ha querido y querrá siempre lo mismo que nosotros, sería una vanidad. No; dilatemos bien a lo ancho nuestro corazón para que coja en él todo aquello humano que nos es ajeno. Prefiramos sobre la tierra una indócil diversidad a una monótona coincidencia

la doncella silenciosa
Pocas lecturas me han movido tanto como esas historias donde el héroe avanza raudo y recto (…) sin parar mientes que va a su vera con rostro humilde y suplicante la doncella anónima que le ama en secreto (…). Quisiéramos hacer al héroe una señal para que inclinara un momento su mirada hacia aquella flor encendida de pasión que se alza a sus pies. Todos, en varia medida, somos héroes y todos suscitamos en torno humildes amores (…). Somos héroes: combatimos siempre por algo lejano y hollamos a nuestro paso aromáticas violas.

la novela, el arte de lo fútil
En la novela nos interesa la descripción, precisamente porque, en rigor, no nos interesa lo descrito. Desatendemos a los objetos que se nos ponen delante para atender a la manera como nos son presentados. Ni Sancho, ni el cura, ni el barbero, ni el caballero del Verde Gabán, ni madame Bovary, ni su marido, ni el majadero de Homais son interesantes. No daríamos dos reales por verlos a ellos. En cambio, nos desprenderíamos de un reino en pago a la fruición de verlos captados dentro de los dos libros famosos.

* Los títulos que encabezan los fragmentos son del autor del blog

divendres, 10 d’octubre del 2014

No escriguis "mira'm" i mira'm

Quim Monzó
Del relat ‘Oldeberkoop’ a ‘Olivetti, Moulinex, Chaffoteaux et Maury’ (1980)


...Tu vinga a escriure. És com si no sabessis fer res més. ¿Que et serveix per res? ¿Què escrius, si es pot saber? A veure... Ets boig. ¿Per què escrius tot el que dic? És a dir: que ni tan sols t'empesques el que escrius, sinó que de fet et puc ordenar escriure una cosa o una altra; i escriuràs únicament allò que jo decideixi. Escriu merda. Merda. No, ara ho llegia. Ep, para. Ets boig. Escriu només el que et digui que escri... He! Has escrit mitja paraula; bé. Si ara callo, no escriuràs res: ¿deixaràs un espai en blanc o posaràs un punt i a part? A veure... Bah: has posat punts suspensius: ets molt poc original: ja ho has fet abans, això. ¿Mai no poses punt i a part? Posa un punt i a part. Ara. M'emprenya que no em facis cas. Escrius per no parlar. [...] La comunicació entre les persones és una cosa si més no interessant, i que ajuda a fer passar l'estona. ¿No ho has pensat mai? Mira'm als ulls. Mira'm. No escriguis mira'm i mira'm. No: no escriguis no escriguis "mira'm" i mira'm i mira'm. No: no escriguis no: no escriguis "no escriguis 'mira'm' i mira'm" i mira'm i mira'm. Deixem-ho córrer. Ara callaré perquè no escriguis res més i m'hagis de mirar o, si no, avorrir-te. 

dimarts, 5 d’agost del 2014

La llama doble

Octavio Paz
La llama doble (1993)
definición del amor
El amor es una apuesta, insensata, por la libertad. No la mía, la ajena.
una flor de frutos intangibles
la imagen de los círculos concéntricos (…) el sexo es la raíz, el erotismo es el tallo y el amor la flor. ¿Y el fruto? Los frutos del amor sin intangibles. Éste es uno de sus misterios.
la poesía es al lenguaje lo que el erotismo al sexo
La relación de la poesía con el lenguaje es semejante a la del erotismo con la sexualidad. También en el poema –cristalización verbal el lenguaje se desvía de su fin natural: la comunicación (…) en el poema, la linealidad se tuerce, vuelve sobre sus pasos, serpea: la línea recta cesa de ser el arquetipo a favor del círculo y la espiral (…) el poema no aspira ya a decir sino a ser. La poesía pone entre paréntesis la comunicación como el erotismo la reproducción.
amor y libertad femenina
[en la época alejandrina] En las grandes urbes apareció un nuevo tipo de hombre y mujer, más libre y dueño de sí. El ocaso de las democracias y la aparición de monarquías poderosas provocó un repliegue general hacia la vida privada. La libertad política cedió el sitio a la libertad interior. En esta evolución de las ideas y las costumbres fue decisiva la nueva situación de la mujer. Sabemos que por primera vez en la historia griega las mujeres comenzaron a desempeñar oficios y funciones fuera de su casa (…) la emergencia del amor es inseparable de la emergencia de la mujer. No hay amor sin libertad femenina.
orgasmo, del yo a su disolución
El acto en que culmina la experiencia erótica, el orgasmo, es indecible. Es una sensación que pasa de la extrema tensión al más completo abandono y de la concentración fija al olvido de sí; reunión de los opuestos, durante un segundo: la afirmación del yo y su disolución, la subida y la caída, el allá y el aquí, el tiempo y el no-tiempo.
la imposible república de los enamorados
El amor se presenta, casi siempre, como una ruptura o violación del orden social (…) Es una pasión que, al unir a los amantes, los separa de la sociedad. Una república de enamorados sería ingobernable; el ideal político de una sociedad civilizada –nunca realizado– sería una república de amigos.
¿amor eterno? ¡amor vivaz!
Más allá de felicidad o infelicidad, aunque sea las dos cosas, el amor es intensidad; no nos regala la eternidad sino la vivacidad, ese minuto en el que se entreabren las puertas del tiempo y del espacio: aquí es allá y ahora es siempre. En el amor todo es dos y todo tiende a ser uno.
religión y filosofía no sanan la herida…
El bálsamo que cicatriza la herida del tiempo se llama religión; el saber que nos lleva a convivir con nuestra herida se llama filosofía.
…pero sí el amor, “tierra incógnita y casa natal”
[el amor] Es la experiencia de la total extrañeza: estamos fuera de nosotros, lanzados hacia la persona amada; y es la experiencia del regreso al origen, a ese lugar que no esta en el espacio y que es nuestra patria original. La persona amada es, a un tiempo, tierra incógnita y casa natal, la desconocida y la reconocida (…) El amor suprime la escisión.
lucifer o el genio literario de san jerónimo
Los antiguos representaban al planeta Venus, al lucero del alba, en la figura de un joven portador de una antorcha: Lucifer (lux, lucis: luz + ferre: portar). Para traducir un pasaje del Evangelio en el que Jesús habla de Satán como de “una centella caída del cielo”, San Jerónimo usó la palabra que designaba la estrella de la mañana: Lucifer. Feliz deslizamiento del significado: llamar al ángel rebelde, el más bello del ejército celestial, con el nombre del heraldo que anuncia el comienzo del alba, fue un acto de imaginación poética y moral: la luz es inseparable de la sombra, el vuelo de la caída (…) Lucifer, ¿comienzo o caída, luz o sombra? Tal vez lo uno y lo otro. Los poetas percibieron esta ambigüedad y le sacaron el partido que sabemos. Lucifer fascinó a Milton pero también a los románticos, que lo convirtieron en el ángel de la rebeldía y en el portaantorcha de la libertad. Las mañanas son breves y más breves aún las que ilumina la luz zigzagueante de Lucifer.
el sexo ya no es una pasión sino un derecho
En Occidente se repitió el fenómeno de la primera postguerra: triunfó y se extendió una más libre moral erótica. Este período presenta dos características que no aparecen en la anterior: una, la participación activa y pública de las mujeres y de los homosexuales; otra, la tonalidad política de las demandas (…) ante ellas los comensales de El Banquete platónico se habrían restregado los ojos: el sexo ¿materia de debate político? (…) en nuestra época la política absorbe al erotismo y lo transforma: ya no es una pasión sino un derecho. Ganancia y pérdida: se conquista la legitimidad pero desaparece la otra dimensión, la pasional y espiritual.
la libertad, un agujero negro
Stephen Hawking ha llamado a los “agujeros negros” una singularidad física, es decir, una excepción o accidente. Así pues, hay lugares del espacio-tiempo donde cesan las leyes que rigen el universo. Si se somete esta idea a una crítica rigurosa, resulta impensable o inconsistente (…) Sin embargo, los agujeros negros existen. Pues del mismo modo: la libertad existe. A sabiendas de que enunciamos una paradoja, podemos decir que la libertad es una dimensión de la necesidad.
la modernidad suprime el espíritu… y la materia
En el siglo XVIII uno de los pilares, el espíritu, comenzó a desmoronarse. Paulatinamente abandonó, primero, al cielo, y, después, a la tierra; dejó de ser la primera causa, el principio originador de todo lo que existe; casi al mismo tiempo, se retiró del cuerpo y de las conciencias. El alma, el pneuma, como decían los griegos, es un soplo, y soplo al fin, se volvió en el aire. Psiquis volvió a su patria lejana, la mitología (…). El otro término, la antigua materia (…) también se ha ido desvaneciendo. Ya no es ni substancia ni nada que podamos oír, ver o tocar: es energía que, a su vez, es tiempo que se espacializa, espacio que se resuelve en duración. El alma se ha vuelto corpórea; la materia, insubstancial. Doble ruptura que nos ha encerrado dentro de una suerte de paréntesis: nada de lo que vemos parece ser de verdad y es invisible aquello que es de verdad. La realidad última no es una presencia sino una ecuación.
en defensa del alma
La idea del alma fue una defensa contra el homicidio de los Estados y las Inquisiciones. Se dirá: defensa débil, frágil, precaria. Aunque no lo niego, agrego: defensa, al fin. El primer argumento a favor de los indios americanos fue afirmar que eran criaturas con alma: ¿quién podría ahora repetir, con la misma autoridad, el argumento de los misioneros españoles? (…) En una época de cruzada, que justificaba a la conquista por la conversión forzada de los infieles, la noción de alma fue un escudo contra la codicia y la crueldad de los esclavistas. El alma fue el fundamento de la naturaleza sagrada de cada persona. Porque tenemos alma, tenemos albedrío: facultad para escoger (…)
                ni en los momentos más sombríos de su furor dogmático, los inquisidores olvidaron que sus víctimas eran personas: querían matar el cuerpo y salvar, si era posible, el alma. Comprendo que esta idea nos parezca horrible pero, ¿qué decir de los millones que, en los campos del Gulag, perdieron el alma antes de perder el cuerpo? (…) La deshumanización de las víctimas (…) Sus cortesanos llamaron a Stalin “ingeniero de almas” (…) el Estado totalitario fue, literalmente, el primer poder desalmado en la historia de los hombres.
el crimen de los revolucionarios: cercenar el sentimiento
El romanticismo no nos enseñó a pensar: nos enseñó a sentir. El crimen de los revolucionarios modernos ha sido cercenar del espíritu revolucionario el elemento afectivo. Y la gran miseria moral y espiritual de las democracias liberales es su insensibilidad afectiva. El dinero ha confiscado el erotismo porque, antes, las almas y los corazones se habían secado.
traducción hispánica del big-bang
la hipótesis del big-bang (o como la llama acertadamente Jorge Hernández Campos: gran-pum)…
la teoría de la civilización extraterrestre a punto de morir
[¿cuál es el origen de la vida?] el físico sueoo S.A. Arrhenius había ideado una ingeniosa hipótesis: nubes de esporas flotantes, venidas del espacio exterior, habían caído en la tierra cuando nuestro globo era (…) un “caldo de cultivo” (…) llamó a su hipótesis Panespermia (…) tenía un defecto: la inmensidad de las distancias y las inclemencias habrían destruido a las nubes de frágiles esporas (…). Unos de los más notables genetistas contemporáneos, Francis Crick (…) llegó a una conclusión lógicamente irreprochable; las bacterias tenían que haber llegado a la tierra en vehículos herméticamente cerrados e invulnerables a las lluvias de asteroides (…) esta decisión fue tomada cuando aquellos sabios descubrieron que su civilización y ellos mismos estaban condenados a la extinción. Entonces, en un acto de filantropía cósmica (…) idearon transportar los gérmenes vitales a otros planetas (…): Panespermia dirigida (…). Muerte que da vida. La figura de Cristo en la cruz es el arquetipo (…). Como tantos otros científicos, el biólogo inglés se prohíbe introducir un agente creador (Dios) para explicar el origen de la vida en la tierra (…) Estamos ante la traducción en términos de ciencia e historia de un misterio religioso.
el hombre, un dios inferior a sus inventos
La imaginación religiosa concibió a un Dios superior a sus criaturas; la imaginación técnica ha concebido a un Dios-ingeniero inferior a sus inventos.
la mente, una orquesta sin director
[Gerald M.] Edelman se sirve de una metáfora: la mente es una orquesta que ejecuta una obra sin director. Los músicos –las neuronas y los grupos de neuronas- están conectados y cada ejecutante responde a otro o lo interpela; así crean colectivamente una pieza musical. A diferencia de las orquestas de la vida real, la orquesta neurológica no toca una partitura ya escrita: improvisa sin cesar.
unamuno y el amor en la vejez
[el amor en la ancianidad] ¿podemos amar a un cuerpo envejecido o desfigurado por la enfermedad? (…) En esos casos, la atracción física cesa y el amor se transforma. En general se convierte no en piedad sino en compasión, en el sentido de compartir y participar en el sufrimiento del otro. Ya viejo, Unamuno decía: no siento nada cuando rozo las piernas de mi mujer pero me duelen las mías si a ella le duelen las suyas. (…) comphatía. Deberíamos reintroducirla en la lengua pues expresa con fuerza este sentimiento de amor transfigurado por la vejez o la enfermedad del ser amado.

Octavio Paz
La llama doble (1993)